jueves, 26 de noviembre de 2009

Relato deficiente

Por ejemplo, ahora, en este momento se están peleando. Ella grita mucho y revolea los brazos como si estuviera en una novela de Cervantes.
Ella, la otra, la mira con la extrañeza con que se mira a una de las cuatro personas o cinco que conoció desde que abrió los ojos, cuando alguien así te provoca un daño tan profundo que es inconcebible que te lo pueda provocar alguien más que ella o cuatro o cinco personas más.
Algo se venga continuamente en el dolor de la gente buena.
Y a veces ese algo es el dolor profundo o la insatisfacción de otra gente que también es buena.
A veces no hay suerte.
A veces da todo lo mismo.
Y ella y ella van a seguir peleando. Tal vez se deshagan a dentellazos.
Pero no es la única posibilidad.
El rigor matemático de las cosas es menos permisivo que el de la literatura, que no tiene mucho por hacer.
La literatura dice, y eso es todo.
La literatura debe decir bien cosas que ahora estoy apurado por mencionar, ya que mi tiempo es escaso. Lo digo porque sé lo que viene, de modo que antes, es preciso decir cosas del calibre de "El Quijote es la mejor posible de las novelas", "Sarmiento inauguró la literatura nacional", "Bioy era un mimo que corría atrás de Borges imitando el más mínimo de sus gestos" (¡ay!, no se me ocurre nada malo para decir de Arlt y me encantaría demolerlo por pura maldad).
En fin, pensando en eso me distraje y ya se terminó la escena que les estaba contando.
La cosa es que una de ellas está difuminada en toda su extensión en el medio de un lago de sangre, como si fuera una peli de la saga de Hellraiser, y ahora, precisamente ahora, se la están comiendo los perros y las aves.

Robado a la voz de Gardel

He aquí mi silencio
de gol de media cancha y de visita.
He aquí mi silencio armado con un látigo.

He aquí mi silencio para las grandes disertaciones.

"En el silencio te aguardan los acertijos"

La hechicera tenía predilección por el sonido de la jota
y se resolvía en una maraña de bucles negros.

¿O acaso no está teniendo la voz de las encantadoras
cuando dice que el silencio es donde habita el alma de los enjaulados?

Yo no puedo ver más allá de la bruma del silencio
porque la referencia minuciosa de las voces conspira en secreto contra mí.

Voy contra mi silencio como quien lleva un machete de palabras.
Y esto puede valer o no valer.

No voy a decir la palabra "serpiente".

El titilar minucioso de las cosas resplandece
cuando lo único que se tiene a mano es el silencio.

Gracias.